domingo, 24 de abril de 2011

Perú 17 (2011) Formando guardaparques en el Alto Mayo

Bosque de Protección Alto Mayo. César Aguilar
Una de las oportunidades de estar en La Esperanza son los contactos que se adquieren con otras instituciones y asociaciones de conservación, así que preguntando a los de NPC por posibles actividades para hacer en mi estancia me propusieron una que cogí al vuelo. Cerca de aquí está el Bosque de Protección Alto Mayo un bosque nublado bastante bien conservado por el que ya pasé cuando viene desde Juanjuí. Entonces me dejó con la boca abierta y la nariz pegada a la ventanilla de la furgoneta que me llevaba a La Esperanza con la que atravesamos el puerto que cruza estos bosques de neblina.





El guardaparques Crowel en faena. César Aguilar
En el puerto hay un puesto de control de guardaparques llamado Venceremos. Allí están ahora haciendo un centro de visitantes y hay siempre un mínimo de dos personas. Los espacios naturales del Perú pueden tener límite, buenos mapas SIG y toda esa "vaina" pero luego están faltos de personal o de presupuesto. En este hay 17 guardaparques, que ya es algo, aunque también es un bosque tremendo con muchas poblaciones de colonos instalados en diferentes partes que hay que controlar. Pero ya el presupuesto para mantenimiento o formación es otra cosa, así es que les propusimos hacer un curso de algo que yo pudiera dar. Se me ocurrió el “pomposo” nombre de “Métodos de toma de datos para inventarios y censos en vertebrados, identificación de especies y casos prácticos”. Más que nada para pasar rápidamente por la teoría y dedicar buen tiempo al campo y recorrer el espacio que es lo que más me atraía.


Hembra atropellada de Eira barbara. C. Aguilar 
Estuve una semana documentándome de la zona y preparando un PowerPoint, pero luego nos dijeron que no tenían electricidad, así que la primera en la frente. Bueno pues sino se puede con ordenador al menos habrá pizarra que todo se pude solucionar. Me imprimí unos A2 con fotos de bichos y algunas láminas para identificar mamíferos, a parte de llevar unas guías. Pedimos un permiso con todo tipo de formalismos y florituras en la redacción y me dieron un acceso al área para 6 días. Llegué un lunes y nadie me esperaba, así que la segunda decepción y eso que el campamento se llamaba Venceremos. Pero bueno, al menos había allí dos guardaparques jóvenes que de primeras no me echaron los perros y me recibieron amablemente tras leer mi “salvoconducto”. Consultaron a la ingeniera por teléfono y listo, ya puede usted empezar cuando quiera. 



Algunos resultados. C. Aguilar
Yo con fotocopias para 17 personas y ellos eran dos, y encima en dos días cambiaba el turno uno de ellos y llegaba otra chica. Ante este panorama de improvisación y desinterés “jerárquico” me puse manos a la obra, un poco de teoría básica de identificación y censos en dos sesiones en dos noches y el resto del tiempo a recorrer campo, identificar aves y buscar rastros de mamíferos. Al menos la suerte me favoreció en un primer momento ya que al rato de llegar vino uno de los guardaparques con un mustélido recién atropellado, un “manco” Eira barbara. Bonito obsequio de bienvenida para un biólogo, imagino que en Hawai es igual pero con una collar de flores. Bueno pues ya está, pensé, primera práctica toma de medidas biométricas, sexado, preparación de moldes de huellas. A falta de yeso hicimos los moldes con cemento de la obra del centro de visitantes. También les enseñé a limpiar y preparar un cráneo y a conservar las patas y manos del bicho. Estaban a gusto y yo también, así que qué más pedir... ¡chévere! como dicen por aquí. Si alguna vez visitáis Perú y pasáis por lo que será el centro de visitantes del Bosque de Protección Alto Mayo que están haciendo en Venceremos, mirar porque igual están allí aun estas "ofrendas", me dijeron que las pondrían.

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