viernes, 18 de julio de 2014

Buscando tejoneras, I Sondeo Ibérico de la SECEM

Ilustraciones de posturas de tejón. Michael Clark
Los pasados meses de mayo y junio aproveché para hacer algunas de las salidas comprometidas con el I Sondeo Ibérico de Tejoneras de la Sociedad Española de Estudio y Conservación de los Mamíferos (SECEM). La especie es realmente atractiva y aún me pregunto muchas veces cómo un bicho de semejante tamaño ha sido capaz de mantenerse en un medio natural tan intervenido como el actual. Es un auténtico superviviente. Lo pienso cada vez que veo una de sus huellas en algún camino embarrado. Es increíble que un mamífero, con el aspecto de un oso en miniatura y huellas de plantígrado, ande todas las noches por los caminos de zonas agrícolas, riberas y bosques de nuestro entorno cercano.



Tejón (Meles meles) atropellado. C.M. Aguilar Gómez.
Y a pesar de que tiene un amplia distribución, y que frecuenta sitios humanizados, no es fácil de observar. Ni siquiera en situaciones crepusculares como ocurre con otros mamíferos de hábitos nocturnos. En condiciones naturales tan solo he tenido ocasión de verlo en atropellos. Entonces te sorprendes de que algo así pueda pasar tan inadvertido. Bueno, en realidad lo he visto en varias ocasiones más trotando por la noche en el límite de la luz de los faros del coche. Pero eso no cuenta, en tales ocasiones solo logras ver un culo al final de un camino trotando, es emocionante pero has de imaginar más de lo que ves. Parte del éxito de la especie parece ser su flexibilidad alimenticia y social.



Letrina de tejón con excrementos. C.M. Aguilar Gómez.
En el Reino Unido y centro de Europa, donde la especie ha sido objeto de un gran número de estudios, muchas veces ha sido considerado como un especialista en el consumo de lombrices. Ese es un recurso abundante y nutritivo en suelos de esa parte de Europa, también en las regiones más húmedas del norte de la Península Ibérica, pero ¿qué pasa en los restantes ambientes mediterráneos y secos? En ellos también está presente. Hasta hace una década se sabía poco de su ecología en esos lugares, ahora sabemos que en nuestras latitudes tiene gran importancia el consumo de conejos. Al menos cuando están disponibles. Eso permite al tejón ocupar zonas de valle y monte bajo.




Tejonera abandonada. César María Aguilar Gómez.
Pero al parecer lo que le hace exitoso es la variedad de estrategias de alimentación que adopta. Los tejones parece dispuestos a consumir todo lo que el medio les ofrezca de forma muy versatil, así, frutos e insectos, son un buen recurso en muchas poblaciones especialmente las mediterráneas. También, fuera del contexto de alta densidad del Reino Unido, su sociabilidad es más flexible de lo que antes se pensaba. Aunque los tejones viven en clanes familiares en un estado evolutivo de sociabilidad e interacción menos desarrollado que en otros mamíferos sociales, también existen animales solitarios. Para el sondeo ibérico que se está realizando este año son las tejoneras el indicio más adecuado para estudiar su abundancia.



Cría de tejón atropellada. César María Aguilar Gómez.
Siempre que te pones a trabajar con una especie nueva has de actualizarte sobre su ecología para saber hallar lo que buscas. En este caso las tejoneras, que no es tan sencillo como huellas o letrinas. En la primera de las dos cuadrículas 10x10 Km no hallé ni una sola en los 10 recorridos de 500 m establecido. Pero lo compensé con la segunda cuadrícula. Ese resultado negativo lo atribuyo, en parte, a un suelo pedregoso malo de excavar y al denso ambiente forestal. En los montes cerrados las tejoneras pueden estar en cualquier sitio y es más dificil dar con ellas. Distinto ha sido en la segunda cuadrícula, con campos de cereal, parches de matorral y bosque en taludes. Allí ya di con varias bocas de tejoneras, aunque inactivas. En ese territorio hasta llegué a encontrar una cría de tejón, pero atropellada en un camino de tierra... que ya es mala suerte.

2 comentarios:

  1. Vi hace una semana un tejón atropellado unos kilómetros antes de Villafranca del Castillo (al oeste de la provincia de Madrid). Era la primera vez que veía uno en directo... Pobrecito.

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  2. El bicho es tan esquivo que solo lo vemos por huellas o atropellados... pero ahí están en muchos más sitios de los que habríamos imaginado!

    Saludos

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