Cormoranes moteados y Steward. C.M. Aguilar Gómez. |
Al llegar al puerto ya vimos que en esas aguas el alimento para las aves debía ser abundante. Había cormoranes moteados (Phalacrocorax punctatus) y de la Steward (Phalacrocorax chalconotus) a raudales. En una vieja estructura de madera del puerto no cabían físicamente todas la aves allí posadas.
Nidales y gradas en Oamaru. C.M. Aguilar Gómez. |
Los pingüinos pasan el día en el mar y no entran a los nidos hasta que no es complemente de noche. Para evitarles molestias hay que permanecer en silencio y abstenerse de sacar fotos en esos momentos. A los grandes focos se acostumbran, pero a los flashes de las cámaras no. Es en esos momentos de duda cuando deciden si es seguro salir del agua o no.
Cuidadín de noche con los pingüinos C.M. Aguilar Gómez |
En la cantera del Oamaru los vimos llegar en pequeños grupos, tímidos, dubitativos y torpes en tierra, tal y como te los imaginas. Un auténtico espectáculo.
Pingüino enano (Eudyptula minor) C.M. Aguilar Gómez |
Había pensado que solo los vería dentro del recinto protegido de la cantera. Me equivoqué. La colonia excede en mucho ese vallado y las aves eligen sus huras no solo en ambiente domesticado del cercado, también en la base de las casas abandonadas del puerto.
Pingüino enano (Eudyptula minor) C.M. Aguilar Gómez |
Este espectáculo, por improvisado e inesperado, fue realmente mucho mejor que el show de la cantera. No recuerdo haber disfrutado tanto viendo una ave en mucho tiempo. Un buen final para este viaje por nuestras antípodas.