El deseo es un animal extraño. Y el de viajar aún más. Todos los lugares que deseo conocer habitan en algún libro, sus geografías adquieren relieve en las crónicas de algún viajero, en los ensayos de algún investigador, en la ficción de algún escritor o en las páginas de alguna guía de naturaleza. Todos estos viajes comienzan y terminan entre páginas.
Por aquí traigo algunas de las referencias que me hicieron imaginar Colombia antes de conocerla el pasado septiembre. Algunos de los libros que leí antes, los que he releído después y los que hallé en librerías de Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias o de regreso en la biblioteca de mi ciudad.
Alan Weisman.
Este libro fue una sorpresa cuando lo descubrí hace años. En él el periodista Alann Weisman reconstruye la historia de Gaviotas, un pueblo colombiano creado en la región de los Llanos que, a finales de los setenta, se convirtió en un ilusionante laboratorio de ideas de cómo llevar a la práctica un desarrollo compatible con la conservación de la naturaleza.
Crónicas de Selva.
Eladio de Valdenebro.
Buscaba un libro para ambientarme en la región pacífica de las selvas del Chocó colombiano y encontré esta novela del colombiano Eladio de Valdenebro basada en un caso real. Narra la expedición que una multinacional médica estadounidense organizó de forma fraudulenta para hacerse con un remedio contra el cáncer de los indios emberas bajo el pretexto de una expedición científica llevada a cabo por el Jardín Botánico de Miami.
Valerie Meikle.
Encontré este libro por casualidad en una librería de segunda mano en Bogotá. La autora, una británica casada y residente en Colombia, da un giro radical a su vida tras la trágica muerte de uno de sus tres hijos en la avalancha provocada por el deshielo del glaciar del volcán Nevado del Ruiz en los años ochenta. Valerie se separa de su marido, deja su vida anterior y se va a vivir a un poblado indígena del Amazonas. Allí, superados los cincuenta años, separada de sus hijos y con su nueva pareja, desciende el río Putumayo en una canoa por más de 1500 km del río y se sumerge en las culturas indígenas y ribereñas. Una de sus hijas, directora de cine, hizo un documental sobre su madre que fue premiado en varios festivales. Amazona. https://www.youtube.com/watch?v=9-2zuM9z7qI
Ramón Chao.
De este libro ya hablé hace algún tiempo y lo he vuelto a releer este verano. Narra el viaje de un grupo de artistas en tren por Colombia en 1993 dando actuaciones gratuitas en las estaciones entre Santa Marta y Bogotá. Está escrito por el padre de Manu Chao, que acudió allí con su banda Mano Negra. Pese al título, no habla de música, si no del día a día de un viaje idealista por un país ahogado en la violencia.
Más sobre el libro: https://viajesnaturalistas.blogspot.com/2016/08/mano-negra-en-colombia-un-tren-de-hielo.html
Román Morales García.
Las primeras 150 páginas de este libro del viaje a pie de dos años de este canario por las montañas de Sudamérica están dedicadas a Colombia. Fue en los años ochenta y recorrió zonas que luego yo visitaría como la Sierra Nevada de Santa Marta o el Chocó. Y también escribí sobre de él hace tiempo en el blog. Ahora he disfrutado de lo lindo releyéndolo.
Más sobre el libro: https://viajesnaturalistas.blogspot.com/2015/07/buscando-el-sur-libro.html
Jesús López de Dicastillo Gorricho.
Otra relectura de un viaje mucho más amplio por Sudamérica, el de este navarro a principios de los ochenta que dedica una parte sustancial del libro a sus recorridos por Colombia.
Como ya escribí sobre ellos, aquí están mis impresiones: https://viajesnaturalistas.blogspot.com/2012/09/sudamerica-cronica-de-un-viaje-en.html
John Kricher.
De esta selección de libros, este es el único que, sí, es para biólogos, un libro técnico pero divulgativo. Esta disponible en pdf en la red para cualquiera que lo quiera leer, pero antes del viaje tuve la suerte de encontrarlo en físico en una librería en Nueva York y lo he devorado disfrutándolo de lo lindo antes viajar a Colombia. Las selvas no son agradecidas en avistamientos de fauna: se ve poco y se “sufre” la incomodidad del ambiente. Una manera de sacarles partido es comprenderlas biológicamente y este es un libro imprescindible para cualquier con vocación naturalista que se acerque a ellas.
