miércoles, 19 de diciembre de 2018

Finlandia y Varanger (Noruega) 11 (2006) El humedal de Siikalahti

Avetoro en el logo de los humedales de Siikalahti.
Dejamos Kussamo temprano. Aún nos quedaba un largo viaje de regreso hacia el sur de Finlandia, así que pasamos el día conduciendo y mal comiendo. A pesar de ello, no nos resistimos a hacer una parada en Vartsila para echar un vistazo al lago Saaperinjarvi, en una zona fronteriza con Rusia.

Pronto descubrimos que el lago tenía muy malos accesos, así que tuvimos que conformarnos con pajarear por los alrededores donde escuchamos el fuerte canto de varios guiones de codornices (Crex crex). Sin embargo, verlos fue imposible. Los oímos en herbazales, tan cerca de nosotros, que pensamos que cualquier ave que se moviera un poco tendríamos que poder verla. Pero no fue así.



Cisne cantor (Cygnus cygnus). Foto: Óscar Gutiérrez.
Que no íbamos a lograr ver ningún guión, ya nos lo advirtieron unos pajareros locales al ver nuestro empeño, pero no les creímos. Al final les tuvimos que dar la razón. Con otras aves tuvimos más suerte, como el camachuelo carminoso (Carpodacus erythrinus) o la curruca zarcerilla (Sylvia curruca).

A última hora del día llegamos a Siikalahti unos humedales al sur de Finlandia. Allí pusimos en práctica el horario de observación que nos enseñaron en Karelia. Algunos salieron a pajarear a la una de la madrugada, pero para otros, aquello fue excesivo y hubo un segundo turno. Después de tantos días de viaje y mal dormir, a mí y a alguno más, ese último esfuerzo nos superaba.



Humedales de Siikalahti. Foto: C.M. Aguilar Gómez.
Los del turno de la una de la madrugada salieron sin apenas luz, ya que al sur de Finlandia, ya había regresado la oscuridad de la noche por un par de horas. Los del segundo turno, el de las cuatro, nos levantamos sin embargo con una mañana completamente soleada.

Siikalahti es un humedal acondicionado para las visitas, a diferencia de lo que nos sucedió en el lago Saaperinjarvi, así que pudimos recorrerlo de forma cómoda por pasarelas y observatorios. Allí pudimos escuchar avetoro (Botaurus stellaris) la especie que tienen por emblema del espacio natural.





Buscarla fluvial (Locustella fluviatilis). O. Gutiérrez.
El humedal fue también una buena zona para aves acuáticas como ánades rabudos (Anas acuta), cucharas (Anas clypeata), porrones moñudos (Aythya fuligula), cisne cantor (Cygnus cygnus) o somormujo cuellirrojo (Podiceps grisegena) entre otras.

También fue un buen lugar para pequeñas ave e incluso los bosquetes de los alrededores dieron para ver pito negro y dos machos de gallo lira. Con los días de madrugones, a esas alturas del viaje ya dábamos por amortizado el esfuerzo así que, tras un reconstituyente desayuno a media mañana salimos hacia Helsinki. Al llegar a la capital completamos nuestro viaje de dos semanas con 6.000 km recorridos.

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