Sierra de Valtavaara. Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
La sierra de Valtavaara fue la primera elevación que veíamos en toda Finlandia, ya que los relieves montañosos son una excepción. El país es casi un continuo de bosques y lagos. Los cambios más aparentes son que los bosques sean más naturales, con madera muerta y portes más irregulares, o que estén más explotados como cultivos forestales.
Parque Nacional Oulanka. Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
Gracias a las recomendaciones de ornitólogos locales logramos encaminar la búsqueda. Lo primero que nos recomendaron fue salir a ver aves a las 2-3 de la madrugada, así que cambiamos nuestros biorritmos.
Ruiseñor coliazul (Tarsiger cyanurus). Sebastián Lara. |
La observación de aves en esos bosques está muy basada en desplazamientos en coches y esperas en sitios concretos donde se sabe que hay alguna la pareja de la especie que buscas. Así, apenas nos alejábamos de la furgoneta. A mí llegó un momento en que me hacía falta tomarle el pulso al paisaje y dejar un poco la furgoneta atrás.
Encontré el remedio haciendo un recorrido de 20 kilómetros en solitario por un sendero por el Parque Nacional Oulanka. El trayecto tenía de todo, inmensos bosques, ríos, puentes colgantes, cabañas y además tuve la suerte de hacer buenas observaciones de una especie que hasta el momento había sido muy esquiva, el grévol (Bonasa bonasia).
En el parque nacional crece una curiosa orquídea, la orquídea calipso (Calypso bulbosa), escasa en Europa y muy localizada en Finlandia, tanto que forma parte del logotipo del espacio natural. El hallazgo de varios ejemplares recién florecidos fue la recompensa a una tarde de caminata por Oulanka.
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