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Bosque lluvioso Sinharaja. Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
El bosque lluvioso de zonas bajas en Sri Lanka es uno de los ecosistemas en la isla que más se ha reducido históricamente al competir con las mejores zonas para asentamientos humanos. Solo hay condiciones para su desarrollo en el suroeste pero allí en zonas llanas y pequeñas colinas han sido reemplazado por cultivos de arroz, plantaciones de palmeras y frutas tropicales, aunque todo en un paisaje de bosques secundarios exuberante. A día de hoy solo queda un 3% de ese tipo de bosque primario y aunque se llame de zonas bajas lo que ahora se conserva está sobretodo en torno a colinas de unos 1000 metros de altitud. El lugar que conserva mayor extensión de ese hábitat es la reserva de Sinharaja a un par de horas de Galle.
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Helecho arborescente Cyathea gigantea. C.M. Aguilar. |
El bosque de Sinharaja es desde hace años una reserva de la biosfera y uno de los mejores sitios para ver endemismos. Pese a su reducido tamaño ese hábitat alberga el 64% de las especies de árboles endémicos de la isla. También es propia de esos bosques la presencia de orquídeas, aunque en las fechas que estuvimos solo vimos florecidas unas que cultivaba la gente local en los jardines en torno a sus casas. Se trata de un bosque umbrío con grandes helechos arborescentes como Cyathea gigantea y muchas plantas trepadoras de la familia de las aráceas. En comparación con otros bosques tropicales me extrañó no ver más formas epifitas.
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Bulbul Pycnonotus melanicterus. C.M. Aguilar Gómez. |
El lugar también acoge muchas aves endémicas, y es que este tipo de bosque junto con los bosques de montaña de mesetas altas concentran el mayor número de formas exclusivas de aves de la isla. Como en todos los bosques tropicales las aves son difíciles de ver y aún más de fotografiar por la escasa luz. Allí pudimos ver cuatro de la seis especies de bulbules presentes en Sri Lanka, el omnipresente bulbul cafre, (Pycnonotus cafer), el bulbul cejiamarillo (Acritillas indica), el bulbul negro (Hypsipetes leucocephalus) y el endémico bulbul carinegro (Pycnonotus melanicterus). Otro de los endemismos fue el mochuelo de Ceilán (Glaucidium castanonotum), una diminuta nocturna cuya observación se ve facilitada por su actividad más diurna que otras especies.
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Lagarto Calotes calotes. Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
Aquí también pude ver un par de lagartos de coloración espectacular, uno de ellos el lagarto de jardín verde (Calotes calotes) que a pesar de su coloración intensa pasaba desapercibido en el entorno verde. El otro era el lagarto narigudo (Lyriocephalus scutatus) al que sorprendimos en los troncos de los árboles completamente inmóvil confiando en no llamar la atención, lo cual debía funcionar bien, pues no los vimos hasta tenerlos justo delante de las narices. En este bosque encontramos las dos primeras especies de primates del viaje, ambos endémicos de la isla, el macaco de Sri Lanka (Macaca sinica) y el langur de cara púrpura (Trachypithecus vetulus). Los ejemplares que vimos allí eran bastante tímidos, más que en otros lugares del país.
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Langur Trachypithecus vetulus. C.M. Aguilar Gómez. |
Ambas especies difieren en su nicho ecológico y grupo taxonómico, los macacos pertenecen a los Cercopitecinos con amplia distribución en Asia y norte de África, emparentados con los papiones y con nuestra mona de Gibraltar (Macaca sylvanus). Son primates de gran flexibilidad ecológica comedores de frutas y semillas y muy curiosos. El de Sri Lanka es endémico y tiene 3 subespecies, siendo la de Sinharaja M.s.aurifrons. Los langures de cara púrpura pertenecen al grupo de los Colobinos especialistas en comer hojas, los herbívoros de entre los primates. Esta especie endémica cuenta con 4 subespecies, T.v.vetulus en Sinharaja, estando una de ellas T.v.nestor incluida en la lista de los 25 primates más amenazados del mundo.
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