Leviatán o la ballena
Philip Hoare
Philip Hoare
Atico de los libros. 2010
ISBN 978-84-937809-4-4
(Biblioteca Pública de La Rioja 599-HOA lev)
Los viajes con un libro a mano se disfrutan más, así que en viaje a Sri Lanka del verano del 2012 dudé cuál llevarme y al final me decanté por este del que había leído tan buenas críticas. Las costas de Sri Lanka fueron el primer lugar del mundo donde se hizo una filmación de cachalotes en su medio natural y eso no fue hasta el año 1984, mucho después incluso de que el hombre hubiera llegado a la luna. Nosotros ya por el espacio y aún ni siquiera habíamos documentado en su hábitat a uno de los animales más grandes del planeta, ese es el abismo de conocimiento que ha habido, y aún hay, con buena parte de los habitantes del océano. Aunque las costas de Sri Lanka son buenas para ver varias especies de ballenas, la época del monzón en que viajamos nos impidió disfrutar de ellas en las playas del suroeste. Sin embargo el libro me acercó a unas fascinantes historias en torno a los desconocidos cetáceos en los ratos de ocio frente al mar Indico, en los desplazamientos en tren y autobús y en la ida y vuelta en avión.
El libro no es un libro de viajes al uso, pero contiene varios viajes del autor por las principales costas con tradición ballenera. Entre ellas, las Islas Británicas, Estados Unidos y Azores. Esos viajes no son el centro de la narración pero se dejan ver a flashazos entre las líneas del texto, discretas. Son el camino para acceder a las historias de personajes de cuando hombres y ballenas entablaban batallas cuerpo a cuerpo en medio de los océanos. Tampoco es un ensayo en el sentido estricto de la historia natural de las ballenas o de la historia de su persecución durante varios siglos, pero hacia ahí miran buena parte de sus páginas. ISBN 978-84-937809-4-4
(Biblioteca Pública de La Rioja 599-HOA lev)
Los viajes con un libro a mano se disfrutan más, así que en viaje a Sri Lanka del verano del 2012 dudé cuál llevarme y al final me decanté por este del que había leído tan buenas críticas. Las costas de Sri Lanka fueron el primer lugar del mundo donde se hizo una filmación de cachalotes en su medio natural y eso no fue hasta el año 1984, mucho después incluso de que el hombre hubiera llegado a la luna. Nosotros ya por el espacio y aún ni siquiera habíamos documentado en su hábitat a uno de los animales más grandes del planeta, ese es el abismo de conocimiento que ha habido, y aún hay, con buena parte de los habitantes del océano. Aunque las costas de Sri Lanka son buenas para ver varias especies de ballenas, la época del monzón en que viajamos nos impidió disfrutar de ellas en las playas del suroeste. Sin embargo el libro me acercó a unas fascinantes historias en torno a los desconocidos cetáceos en los ratos de ocio frente al mar Indico, en los desplazamientos en tren y autobús y en la ida y vuelta en avión.
El hilo conductor es la obra cumbre del escritor Herman Melville: Moby Dick. Philip construye su libro a partir de las referencias a ese clásico y a su época, por ello hay algo de ensayo literario en este "Leviatán o la ballena". También deja en el texto su impronta más intima y personal del periodo de vida en que lo fue escribiendo. Para mí se trata de un libro que ha conseguido sorprenderme a cada poco, con una narración que gira y se bifurca cada rato, nada lineal y que, como ya han recogido otros en sus críticas, bebe de las fuentes de la literatura de viajes por excelencia, la de Bruce Chatwin.
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