Vencejo recién cogido. César María Aguilar Gómez. |
Auténtica mirada de halcón. César María Aguilar Gómez. |
Pata derecha amputada y curada. C.M. Aguilar Gómez. |
Pasando las calurosas tardes de agosto tras la ceba. |
Musculación... ¡funcionó para su primer vuelo! |
Antes de emprender su liberación. ¡Buen viaje! |
Bonita historia César. Espero que el vencejo tuviera suerte. La verdad que son historias reconfortantes. Hace poco me encontré con un chaval en la calle Chile que había recogido un pollete de jilguero que se había caído del nido que estaba en un árbol. Casualmente su padre tenía una lonja al lado y le hizo sacar la escalera más alta para volver a dejar al pollo en el nido. Imposible hacerle entender a su hijo que el nido estaba demasiado alto para poder alcanzarlo con la escalera.
ResponderEliminarDe normal los polluelos caídos tienen pocas posibilidades de salir adelante, no hay que encariñarse mucho con ellos por si acaso, pero si consigues sacarlos es una alegría, ver al vencejo salir volando a la primera fue una gozada!!
ResponderEliminar