sábado, 25 de marzo de 2017

Nueva Zelanda 3 (2016) Tiritiri Matangi y el calamón takahe

Bosque recuperado Titiriri Matangi C.M. Aguilar Gómez.
Uno de los mejores lugares para observar aves autóctonas de los bosques de Nueva Zelanda es Tiritiri Matangi, una isla cercana a la costa muy accesible desde Auckland. Se trata de un territorio libre de predadores terrestres donde se ha regenerado el bosque nativo.

El proceso de recuperación ha sido impresionante. A partir de una isla con escaso arbolado y cubierta de pastos ganaderos durante casi siglo y medio, se ha logrado un vergel para aves autóctonas y la recuperación de muchas especies vegetales nativas. En el proceso participaron miles de voluntarios que, en los años 80 y 90 del siglo XX, plantaron unos 280.000 árboles.




Evolución de Tiritiri Matangi 1940-2000.
La isla está gestionada por el departamento de conservación estatal (DOC) en colaboración con una activa asociación de voluntarios. Es por ello que tiene el carácter de santuario abierto y es muy accesible para las visitas, con numerosos senderos bien acondicionados.

Para conocer la isla dejamos la furgoneta en tierra firme y pasamos en ferry para estar dos días y una noche en ella. Esta es otra de las facilidades de Tiritiri, que es posible quedarte a dormir en un albergue, pensado mayormente para alojar a los voluntarios, pero que está abierto a todo el mundo solicitándolo con tiempo.

 A parte de recuperar hábitat, en la isla se ha introducido un gran número de aves amenazadas, así que para muchas especies es de las pocas oportunidades que uno tiene para verlas en libertad. El caso más extremo es el del calamón takahe (Porphyrio hochstetteri).




Takahe (Porphyrio hochstetteri). C.M. Aguilar Gómez.
Este calamón es el mayor rálido del mundo, mucho mayor y más pesado que un calamón común y ha perdido la facultad de vuelo, como muchas aves que han evolucionado en islas sin predación. Las aves que se ven en Titiriti, además, son confiadas y mansas como debieron serlo durante miles de años sin que nadie se las comiera.

La variedad de la isla norte se extinguió en 1840 y la de la isla sur también se dio por extinta hasta 1948 cuando se redescubrió un pequeña población en una remota zona montañosa de Fiordland, al sur del país. Gerald Durell cuenta bien esta historia en su libro "Viaje a Australia, Nueva Zelanda y Malasia".



Takahe (Porphyrio hochstetteri). C.M. Aguilar Gómez.
El lugar donde se redescubrió al takahe fue un valle alpino, a más 2000 metros, uno de los pocos sitios a donde no habían llegado aún los predadores. A pesar de su estricta protección la población bajó a solo 171 aves en 1980 El departamento de conservación empezó entonces a incubar huevos rescatados de la población natural y a transferir aves a refugios seguros como islas libres de predadores.

A diferencia de lo que uno podría creer, en Tiritiri cría con éxito y su clima templado le favorece. Esto sugiere que la especie estuvo ampliamente distribuida por las zonas bajas pero que solo quedó donde no tuvo predación. En 2014 el número total de aves de esta especie fue de 26o entre la población natural, que sigue muy precaria, y las introducciones en lugares como este.

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