martes, 4 de abril de 2017

Nueva Zelanda 4 (2016) Otras aves de Tiritiri Matangi

Hihi (Notiomystis cincta). Foto: C.M. Aguilar Gómez.
En Tiritiri uno tiene ocasión de ver juntas las tres especies de aves especializadas en consumo de néctar que hay en Nueva Zelanda. Para favorecer su observación hay estaciones de alimentación como se hace con los colibríes.

El mielero tui (Prosthemadera novaeseelandiae) es el mayor y el más abundante, el mielero maorí (Anthornis melanura) también se puede ver en otros lugares del país, pero el hihi (Notiomystis cincta) es realmente un ave escasa, rara y amenazada. Pertenece a una familia de aves con una sola especie y, hasta la colonización europea, estuvo bien distribuido por la isla norte. 




Mieleros maoríes alimentándose. C.M. Aguilar Gómez.
A finales del siglo XIX solo quedó una población de hihi en una pequeña isla a 80 km de aquí, Little Barrier o Hauturu por su nombre maorí. En 1995 se traslocaron 37 aves desde allí formando la población que ahora puede verse en Tiritiri. El éxito de su reproducción aquí ha permitido seguir traslocando parte de esta población hacia otros santuarios, alejándola poco a poco de la extinción.

Otra familia de aves propia de Nueva Zelanda son los pájaros carunculados, llamados así por unas protuberancias carnosas o carúnculas que les cuelgan a ambos lados de la base del pico. Son otras de las joyas de esta parte del mundo.




Kokako (Callaeas wilsoni). Foto: C.M. Aguilar Gómez.
Dos de las tres especies actuales de esta familia se pueden ver en Tiritiri y en pocos sitios más, son el tieke de la isla norte (Philesturnus rufusater) y el kokako (Callaeas wilsoni). La observación de estas aves hay que trabajársela y en eso está el encanto, aunque la información de los voluntarios y otros ornitólogos ayuda. Y dimos con ellos.

Titiritiri puede tener bebederos, las aves más escasas están anilladas y son confiadas, pero son aves en estado silvestre en una isla con 220 hectáreas, fuertes desniveles, 60% de bosque denso y un 40% de pastos sin revegetar para favorecer a las de medios abiertos. Un medio estimulante para la búsqueda de aves.



Bosque denso, sendero de la costa. C.M. Aguilar Gómez.
Otras aves que pude observar por allí fueron la petroica neozelandesa de la isla norte (Petroica longipes), el mohoua cabeciblanco (Mohoua albicilla), el abanico maorí (Rhipidura fuliginosa), el perico maorí cabecirrojo (Cyanoramphus novaezelandiae) o la yerbera maorí (Bowdleria punctata), muchas de las cuales ya no volvería a ver en todo el viaje de un mes por las dos islas principales de Nueva Zelanda.

Pero lo que todo el mundo espera ver cuando va a Nueva Zelanda son kiwis. Es difícil en condiciones normales, pues son nocturnos, discretos y asustadizos. La especie de Tiritiri es el kiwi moteado menor (Apteryx owenii).




Cyanoramphus novaezelandiae. C.M. Aguilar Gómez
El kiwi fue introducido en la isla en 1993 y cuenta con una población actual de entre 60-80 aves, que calculan que puede ser la capacidad de carga del sitio. En el albergue alguien sugirió salir a buscarlos después de la cena y, para nuestra sorpresa, vimos kiwis en dos ocasiones en aproximadamente una hora. 

Las observaciones fueron fugaces, pero a pocos metros, bajo la luz roja de las linternas. Y nada de fotos para no molestarlos.  Este es el kiwi más pequeño de las 5 especies que existen, pero a mí me pareció "enorme", siempre los había imaginado más pequeños. Estas aves recorren el denso sotobosque y solo se ven cuando cruzan alguna pista. Fue de lo mejor del viaje.

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