Islas Oaia, Motutara, costa Muriwai C.M. Aguilar Gómez |
Lo singular del sitio es que los nidos no están en una isla, como es habitual en las aves marinas para evitar los predadores terrestres. En realidad lo estuvieron al comienzo, pero la colonia fue creciendo y, finalmente, algunas aves pasaron a criar en varias plataformas del acantilado costero. Hoy ya son mayoría.
Alcatraces (Morus serrator). Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
La colonia ha pasado de unas 50 parejas en su inicio a más de 1000 actualmente. Lo singular es que ha crecido a pesar de los peligros que acarrea su decisión de criar en tierra firme donde están más expuestos a las molestias y a la predación.
Rituales de celo de las aves. Foto: C.M. Aguilar Gómez. |
Cuando visitamos Muriwai era el comienzo de la primavera austral y las aves estaban tomando posiciones en los nidos. Los alcatraces son sociables pero territoriales en su pequeño espacio en torno al nido y solo defienden hasta donde llegan con el cuello estirado. Esto genera colonias densas con nidos distribuidos de una forma regular increíble.
Alcatraz confiado y medio dormido. C.M. Aguilar Gómez |
Los alcatraces comparten estos acantilados con una pequeña colonia de charranes maoríes (Sterna striata) que criaban en la plataforma principal del acantilado hasta los años 70. Entonces los alcatraces los desplazaron a los laterales y a las partes bajas del acantilado.
Pintura "Muriwai". Colin McCahon.1972. |
Es el caso de un artista muy estimado en Nueva Zelanda, Colin McCahon, que estuvo residiendo en la década de los 70 en la zona y dejó un cuadro abstracto que incorpora los extraños volúmenes de los acantilados y los colores que aportan las aves a un paisaje subjetivo y personal. Me fascina la abstracción que ha logrado.
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