miércoles, 11 de mayo de 2011

Perú 26 (2011) Waqanki, sobredosis de colibríes

Lophornis delattrei Foto: C.M. Aguilar Gómez.
Después de salir de La Esperanza me dirigí a Moyobamba, donde está la gente de la otra asociación con la que colaboramos en Pucunucho, los del Proyecto Mono Tocón. Quería visitar un lugar que me comentó Julio que era bueno para ver aves, el sitio se llama Tingana y han estado apoyándoles con capacitación. Aquello lo gestiona una asociación local y tienen ese área en régimen de "Concesión para Conservación" que es como una cesión del estado peruano que es el propietario. El caso es que había que hacer las reservas con antelación y tenía tiempo para visitar algo más antes de ir a Tingana. Me recomendó el orquidiario Waqanki. En realidad el sitio viene funcionando desde hace ya un tiempo con las plantas de la zona, pero ahora han hecho una ampliación y tienen como novedad bebederos para colibríes.


Florisuga mellivora Foto: C.M. Aguilar Gómez.
El orquidiario se visita de forma guiada con la gente que lo mantiene, ya que es una finca privada. Realmente después de haber pasado una semana aprendiendo un poquito de orquídeas con los guardaparques de Alto Mayo, ya no andaba tan perdido en ese  “mundillo”. A mi parecer no es que sea una visita muy impresionante ya que la floración de las plantas es muy desigual, pero me pareció interesante ver todas esas formas y colores, muchas veces con flores diminutas. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de que solo tienen especies autóctonas, sean grandes o pequeñas, no es como cuando se visita un jardín botánico en Europa o un orquidiario allí que tienen plantas de todo el mundo y todo parece más espectacular. Aquí todo está al aire libre ya que solo tienen lo que se puede mantener en este clima.


Thalurania furcata Foto: C.M. Aguilar Gómez.
Pero lo que realmente me impresionó fue la actividad que han conseguido en los bebederos de colibríes. El tipo que lo está llevando ha pasado un tiempo también por el otro sitio que visité para ver el colibrí cola espátula y ahora ha montado este. Si el otro me encantó, este me ha alucinado. Allí estaba la especie aquella bandera pero en total a diario solían acudir 12 especies, lo que ya me parecía una buena cantidad. Bueno pues aquí regularmente se pueden observar 21 especies y  no son todas las que se ven. A lo largo del año han contabilizado más de 40 especies, ya que algunas hacen desplazamientos y solo visitan el área en un momento del año o de forma esporádica. En realidad es todo muy reciente pues llevan recibiendo turistas solo desde enero, aunque antes les ha llevado un trabajo previo y ahora necesita un mantenimiento diario para llegar a esas cifras. 


Discosura popelairii Foto: C.M. Aguilar Gómez.
La diferencia entre los dos sitios de colibríes creo que es la altura, el que visité primero está alrededor de 180o m, sin embargo esto está en torno a los 800 m. La altitud proporciona endemismos pero hay menos especies adaptadas a condiciones que son más difíciles, pero bajando en el altura aumenta la riqueza de especies. En estos bebederos se ven más especies, mayor número de ejemplares y se muestran bastante más confiadas. Si saben llevarlo bien aquí tienen un recurso que van a valorar muchos birdwatchers de viaje por el norte del Perú. Dentro de la visita de Waqanki, esto de los colibríes está al final, así que cuando lo vi me quedé allí largo rato hasta aburrir a la chica que me guiaba que me dejó a mi suerte, guía en mano, y disfrutando de lo lindo. En ese rato llegué a identificar 11 especies, ninguna repetida con el otro bebedero, eso sí con la ayuda del tipo que ha montado los bebederos que los identifica a todos muy bien. Además la mayoría de ellos bien vistos y bien fotografiados, una auténtica sobredosis de colibríes.   

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