Oso venteando el aire. César María Aguilar Gómez. |
¿Qué puede haber mejor
que observar un oso en libertad?... pues observar hasta siete ejemplares
diferentes en un fin de semana y con solo tres esperas. Eso es lo que me ocurrió
el pasado mes de abril observando osos en Asturias con mi amigo David Calleja.
Además, uno de los lugares donde nos apostamos nos permitía tener una proximidad mayor de lo que es habitual en otras esperas de oso a telescopio. Y por supuesto sin molestar al animal, ni acceder a ningún espacio restringido, algo muy a tener en cuenta ahora que ya somos más tratando de ver osos cada temporada. Por el momento la gente que voy hallando en esos lugares tiene claro este aspecto.
Imponente presencia de oso. César María Aguilar Gómez |
La guardería forestal acude a esos emplazamientos para controlar la actividad pero sin más
problemas hasta ahora. Espero que ese respeto siga así, ya que la actividad seguro que va a
crecer en los próximos años y, bien gestionada, contribuye a poner en valor esos lugares. Dada la proximidad de la espera que he comentado, cuando salió el animal del lugar donde sabíamos que se había encamado
el día anterior, tuvimos unos momentos de observación excepcionales. A telescopio lo vimos como nunca antes había visto un oso en libertad. Además el ejemplar era precioso, así que la euforia entre los que allí estábamos era mayúscula.
Oso recorriendo el canchal. César María Aguilar Gómez. |
Aquella mañana el oso se
movió por la ladera de enfrente tranquilo y ajeno a los observadores. Durante largo tiempo estuvo moviendo piedras en busca de
larvas y pastando hierba. Al día siguiente, en la espera de la mañana, vimos en la zona ese u otro ejemplar ya que no llegamos a ponernos de acuerdo. Y es que el lugar en determinadas épocas es querencioso y no es raro ver a varios ejemplares, más con el comienzo de la época de celo cuando andan buscándose y usando zonas comunes. Ese segundo día descubrimos la "fuente" donde el animal saciaba su sed. No bajaba al arroyo cercano ni acudía a las torrenteras, lo hacía en el cuenco de un tronco viejo donde se acumulaba el agua de lluvia.
Oso en su "tronco-fuente". César María Aguilar Gómez. |
Las imágenes del oso trepando al árbol y metiendo la cabeza en el agua del tronco son de las que difícilmente pueden olvidarse. Pero además de estas observaciones relativamente "cercanas", para lo que es habitual en las esperas de oso, hicimos otras más habituales a larga distancia con el telescopio. En la tercera de las esperas, con una gran panorámica para observar, vimos cinco osos más y me explico. Una de ellas una osa con una cría del año anterior. Los jóvenes nacidos la temporada anterior aún acompañan a la madre en esas fechas. Sucede hasta que la hembra entra en celo y ella o el macho pretendiente obligan al joven a independizarse. En esta hembra que vimos eso aún no había sucedido y la madre aún caminaba con la cría.
Osa con cría del año anterior. César María Aguilar Gómez |
Próxima a la zona de la madre con el joven dimos con otra hembra con dos cría nacidas ese mismo año. No se encontraban muy lejos de la madriguera que aún utilizaban, ya que las crías eran muy pequeñas. Viendo a los oseznos jugar uno entiende la manera en que los hemos elegido como peluches, son realmente tiernos y divertidos. Pero sus juegos no están exentos de peligros. La madriguera estaba realmente inaccesible entre canchales y verticales roquedos. Días antes alguien había observado tres crías pero ese día solo lográbamos localizar dos con la madre. Uno de los oseznos se había despeñado y un águila real lo estaba comiendo como carroña. Un escena dura pero realmente excepcional. Uno de los que allí estaba lo grabó a telescopio y aquí se puede ver. Impresionante documento.
¡Que ilusión!
ResponderEliminarMuy buenas fotos.
Jesús Ucha
Gracias Ucha, un saludo
ResponderEliminar¿Para cuando Sahara, Mali, etc.?
ResponderEliminarJesús Ucha.
No te preocupes Ucha en un mes, o así, empiezo a publicar, semana a semana, la crónicadel viaje transahariano de Logroño a Burkina Faso en furgoneta... todo llegará!
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