Un ecosistema acorralado por la transformación del medio rural
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Foto 7 Autor: César María Aguilar Gómez. |
Si
bien las zonas esteparizadas aparecieron ya en el Neolítico y
permanecieron casi inalteradas hasta el pasado s. XIX, los enormes
cambios que han tenido lugar posteriormente en España, sobre todo
durante la segunda mitad del s. XX, han dado lugar a una enorme
transformación del campo. El aumento de la población, el desarrollo
industrial, el crecimiento de las ciudades, la creación de grandes
infraestructuras viarias y sobre todo los cambios de usos agrarios
(concentraciones parcelarias, regadíos, cambios de cultivos, declive de
la ganadería ovina extensiva, abandono de edificaciones rurales
aisladas, uso masivo de fertilizantes y pesticidas, etc.) han producido
un gran declive que ha afectado a las zonas esteparias y a sus elementos
asociados, la fauna y la flora silvestres.
Foto 7. Barbechos y cereales en Murillo de Río Leza
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Foto 8 Autor: César María Aguilar Gómez. |
A este deterioro
progresivo de los cultivos tradicionales de secano hay que añadir más
recientemente, una política agraria no sólo local, regional o estatal,
sino también comunitaria o global, en la que impera la más agresiva
productividad, las multinacionales, las subvenciones y una actitud de
enfrentamiento directo con el medio ambiente. Es por ello que hoy nos
encontramos ante una situación en la que las zonas esteparias
desaparecen año tras año irremisiblemente. Aquel paisaje agropastoral
tradicional riojano, propio de gran parte de nuestro valle del Ebro, ha
sido transformado en inmensas extensiones de cebadas y trigos, estériles
ambientalmente, cultivadas mayoritariamente en razón a las subvenciones
comunitarias.
Foto 8. Transformación a monocultivo de viñas en estepas de Alfaro
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Foto 9 Autor: César María Aguilar Gómez. |
Hoy una parte de los secanos tradicionales se están
transformando en extensos monocultivos de olivos y viñas merced al riego
por goteo. Los escasos reductos relativamente bien conservados de zonas
esteparias que nos quedan son ahora, en razón al olvido y a la
ignorancia, lugares de implantación de áreas industriales,
infraestructuras diversas, vertederos, etc. El punto al que hemos
llegado supera al de una agresión puntual aquí o allá, estamos hablando
de un conjunto de inercias que, de seguir así, nos llevarán en breve a
una transformación de estos medios con la consiguiente pérdida de
biodiversidad.
Foto 9. El aumento de la superficie de viñedo es una de las principales causas de la regresión de las estepas riojanas.
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Foto 10 Autor: Diego Benavides |
De hecho la fauna asociada a este hábitat natural ya ha
experimentado un enorme declive en los últimos tiempos especialmente
visible en el grupo de las aves. Determinadas especies esteparias
llegaron a extinguirse en La Rioja no hace tanto tiempo (avutarda y
cernícalo primilla), otras hoy apenas si se llegan a una docena de
parejas (sisón, ganga ibérica y terrera marismeña), y las restantes han
sufrido una disminución poblacional de entre un 15 y un 50 por ciento
tan sólo en los últimos 15 años.
Foto 10. La población de ortega ha sufrido un rápido declive.
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