Conservar lo que nos queda
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Foto 11 Autor: Diego Benavides |
Lejos
de tomarse conciencia de la desaparición de las zonas esteparias
riojanas, no sólo por lo que supone de pérdida de valores naturales sino
también sociales y culturales, la sociedad riojana en general y las
diversas administraciones públicas en particular, continúan permitiendo
agresiones a estos espacios (nuevos regadíos, concentraciones
parcelarias, roturaciones, polígonos industriales, parques eólicos,
carreteras, circuitos de alta velocidad, etc.), no tardando en
consecuencia muchos años para ver el final de este hábitat natural y
tradicional riojano. La sociedad riojana y sus administradores,
los gestores del territorio y del medio ambiente riojano, debieran tomar
conciencia de la necesidad de conservar los reductos más importantes de
los espacios esteparios que nos quedan.
Foto 11. Mosaico de barbechos y cultivos de secano
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Foto 12 Autor: Diego Benavides |
En La Rioja estaríamos hablando
de unas pocas zonas agrícolas de baja productividad en La Rioja Media y
Baja, de gran interés especialmente para la conservación de las aves
esteparias. Estas zonas vendrían a coincidir con los terrenos de “La Rad
de Murillo” y “Barbarés” entre Murillo de Río Leza y Galilea, el área
de “Viloria”, entre Ribafrecha, Ventas Blancas y Murillo de Río Leza,
los terrenos de “Campo Viejo” y “La Maja” entre El Villar de Arnedo,
Pradejón y Arnedo, y las planas en torno a la A-68 y la LR-358 en
Alfaro, en los parajes de “Rigüelo” y “Portil de Lobos”. La
protección de estos medios es viable y para conservar, al menos los
lugares más valiosos, bastaría con incluir los indicados bajo alguna
figura efectiva de protección del territorio.
Foto 12. El mochuelo un ave ligada a medios agrícolas cada vez más escaso.
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Foto 13 Autor: César María Aguilar Gómez. |
En estas zonas se
apoyarían los aprovechamientos tradicionales actuales y se frenarían las
amenazas de infraestructuras impactantes y nuevos regadíos. Con
relación a las especies de aves de mayor interés y amenaza, sería
necesario además ampliar el catálogo regional de especies amenazadas,
incluyendo en el mismo al cernícalo primilla, la ganga ibérica, la ganga
ortega y la terrera marismeña, lo que llevaría consigo dotarlas de los
preceptivos planes de recuperación. Hasta ahora la administración ha
emprendido algunas iniciativas con especies concretas de aves esteparias
pero ello no ha impedido la rápida transformación de este hábitat en
los últimos años.
Foto 13. Variedad de usos agrícolas en zonas de secano
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Foto 14 Autor: Ignacio Gámez |
Otras medidas complementarias, pero igual de
importantes, serían una mayor difusión y fomento entre los agricultores y
ganaderos riojanos de medidas agroambientales apreciables y eficaces, y
la compra por la Administración de unas pocas parcelas de terrenos
incultos para impedir su roturación. Esto contribuiría decisivamente a
mantener la diversidad del hábitat y favorecería la conservación de
algunas de las especies más amenazadas. Los medios esteparios riojanos
se encuentran en un punto en el que, de no mediar actuaciones para su
conservación, pronto dejarán de albergar la biodiversidad que les
caracteriza. Sacarlos del olvido dependerá de que los valoremos como se
merecen y pasen a ser paisajes a conservar en vez de paisajes a
transformar.
Foto 14. Cernícalo primilla, especie con el hábitat cada vez más limitado en La Rioja
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