domingo, 17 de abril de 2011

Perú 12 (2011) El colibrí cola espátula


Con más voluntarios de NPC, Josie, Jessica y Karla.
Algunos de los días libres en La Esperanza hemos aprovechado los voluntarios para hacer algo de turismo por la zona. A unas horas de aquí se encuentra la localidad de Chachapoyas desde donde se visitan un buen número de yacimientos arqueológicos y uno de los mayores saltos de agua de la zona, la catarata Gocta. Como no teníamos más que dos días solo hemos podido visitar este último lugar, pero de camino hemos podido hacer una parada en una finca donde pueden verse un buen número de colibríes, entre ellos el colibrí cola de espátula o colibrí maravilloso (Loddigesia mirabilis). La finca se encuentra en la localidad de Pomacochas y pertenece a una asociación llamada ECOAN (Asociación Ecosistemas Andinos). El motivo de su creación fue favorecer a ese colibrí endémico presente en solo un valle del Perú, el Utcubamba. Sucede además que es uno de los colibríes más espectaculares que existen, así que el atractivo de la especie está garantizado.


Colibrí cola espátula Loddigesia mirabilis. C. Aguilar
La ladera donde se encuentra la reserva se encontraba bastante degradada, así que la han reforestado con numerosas especies de árboles y arbustos autóctonos con flores que atraen a los colibríes. Una especie arbórea que me sorprende ver en estas labores de recuperación es algo que me parece una aliso (Alnus glutinosa), así que le pregunto por ella ya que mucho alimento a los colibríes no creo que dé. Efectivamente,  si parece aliso es que es aliso, me dicen que ellos lo plantan porque es muy útil para la recuperación del lugar ya que mejora la calidad del suelo, lo mismo que se dice en los climas templados debido a fijación del nitrógeno atmosférico que hace en los suelos. Solo han pasado tres años desde que comenzaran a recuperar la ladera y los colibríes no solo acuden aquí a alimentarse, sino que ya tienen criando en la zona un buen número de especies, incluido el cola espátula. 


Desfile en Pomacochas, foto del centro de visitantes.
Con esta especie endémica ocurrió igual que con el restos de bichos de distribución restringida de la región, en su momento fueron descritos pero luego casi olvidados hasta hace relativamente pocos años. En el caso de este colibrí fue descrito en 1835 por Andrew Mattews pero permaneció casi desconocido hasta que en el año 1960 Augusto Rushi adquirió un ejemplar para su aviario en Brasil, donde se tomó la primera fotografía del animal. Ahora esta finca es parada fija para los observadores de aves en ruta por la zona buscando endemismos. También los habitantes de Pomacochas han incorporado la especie a su orgullo local. En la exposición del centro pude ver unas fotos bien curiosas de gente en un desfile disfrazados de colibríes cola espátula, con trajes tan currados que parecían los de las reinas del carnaval de las Islas Canarias.


El diminuto Chaetocercus mulsant. Foto: C. Aguilar
Con la tasa de entrada por la visita de  la reserva, se financia parte del mantenimiento de la finca, así como los estudios que están haciendo de seguimiento de los colibríes. Dentro tienen ubicados los típicos bebederos de agua con azúcar en diferentes ambientes para fijar los ejemplares a unos lugares concretos para poder observarlos. Según nos dicen pueden verse aquí hasta 12 especies de colibríes, yo llegué a identificar bien 8 especies, y digo yo porque la visita a los bebederos la haces con una persona que trabaja allí, que controla bastante y que te va diciendo lo que se ve en cada momento. Pero una cosa es que te lo digan y otra “interiorizarlo” a la velocidad a la que se mueven los colibríes por los bebederos.  




Colibri coruscans. Foto: César Aguilar
Identificar colibríes en Perú es una locura, entre coge la guía, busca en las ilustraciones entre las 118 especies distribuidas en 20 páginas, muchas muy similares, míralas los caracteres diagnósticos prismáticos en mano y saca alguna foto, te haces un lío tremendo. En este proceso se te escapan cosas que ves pero que luego no identificas, en mi caso creo que me perdí un par de especies de las que dijo el chico que vimos pero que no fui capaz de “digerir”. De las ocho que sí llegué a ver bien ese día ahí van los nombres, dos colibríes oreja violeta (Colibri coruscans y C. thalassinus), dos colibríes estrellitas (Chaetocercus mulsant, C. bombus), un colibrí vientre blanco (Amazilia chionogaster), un inca bronceado (Coeligena coeligena), el “macarra” colibrí pecho castaño (Boissonneaua matthewsii) que echaba a todos los demás de los bebederos y por último el cola espátula (Loddigesia mirabilis) con sus extravagantes plumas caudales.

2 comentarios:

  1. Hola César!
    soy Sayaka. que interesante articulo.Justo estaba buscando información del Colibrí Cola Espatula, y me topé con este blog.
    Gracias por la info!
    nos vemos en algún rincón del planeta.

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  2. Hola Sayaka, qué alegría! veo que sigues buscando información de naturaleza del norte del Perú, espero que tengais suerte y encontreis el lugar que estabais buscando para instalaros ... cuando lo sepais mantenerme informado. Seguimos en contacto y para cualquier cosa ahí os dejo mi contacto tiracantos@gmail.com. Si venis por España alguna vez sereis bien recibidos. Un fuerte abrazo para tí y para Akira.

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Tus comentarios a las entradas siempre son bienvenidos, trataré de contestar a todos ellos.



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